Camino en el espejo de las horas
equilibrando la idea y el paso;
ignoro los ojos del destino,
que acechan el regazo
de mis rosas
con las grises
pupilas
del ocaso.
Caen hojas, días de sombra
y noches de luz, que hieren
las voces del paisaje
y adormecen los ecos
milenarios;
ángeles custodios guardan
antiguas promesas
y miles de sueños
olvidados.
Ahí me paro intuyendo sus alas.
Reto al tic-tac efímero,
que se abraza
al sentimiento;
Se eterniza el color del alma,
revoloteando en los vértices
del tiempo...
y sabio, sonríe el instante
columpiándose en los violines
del viento.
Camino en el espejo de las horas,
e ignoro las pupilas del ocaso,
que acechan la inocencia,
esperanzada, del regazo
de mis rosas.
Imagen de Google.
Corral de Almaguer 18-noviembre-2024
M.Jesús Muñoz.