Un revuelo de sombras surcan el cielo,
se aferran a los últimos rayos del sol
y se oyen ecos, danzas, suspiros;
espíritus en bandada
trazan retos, caminos,
recuerdos ancestrales,
futuros horizontes
y destinos al viento...
¡¡Oh Dios cómo los siento!!
Nos miran con ojos eternos
y esperan, siempre esperan;
Nos tocan, nos susurran
y lanzan sus gritos de silencio:
voces marchitas, doradas, añejas
se posan en los vértices
del sentimiento.
Como pájaros sin rumbo,
andamos perdidos
entre la mente, el corazón
y el mundo;
divagamos entre el pasado
y el presente, buscando,
inútilmente,
la huella del futuro.
A ratos nos hallamos, conscientes
de los límites, sobrevolando
el suelo y ansiando
nuestro retazo de cielo;
vislumbramos ángeles-palomas
custodiando las caras
del tiempo: sombras, ánimas
que reclaman vida, proyectan aliento.
Un revuelo de luces surcan la noche,
se oyen susurros, plegarias, canciones;
¡Oh Dios cómo los siento!
Son los coros milenarios
del mes de noviembre.
Ellos son camino, recuerdo,
futuro, destino, reto.
Mi universo y mi espejo.
Imagen de Google: Campos de Castilla la Mancha.
Corral de Almaguer 31-octubre-2022
M.Jesús Muñoz