Flor del sueño y el olvido,
guardas la paz y el amor
en las puertas de la cueva
de aquel legendario Hipnos,
quien nunca veía el sol
y cuidaba en la tiniebla
todos los sueños dormidos
en la flor del corazón.
Mi inolvidable amapola
símbolo de muerte y vida,
recuerdo del Armisticio;
quiero que siembres las horas,
el dolor y las heridas
de dulce y eterno olvido.
Campos de sonrisas rojas,
que borren metralla y minas.
Hay lágrimas en tus pétalos
en recuerdo de Deméter,
diosa de la agricultura;
y una canción en el viento
trae la esperanza de Ceres:
campos de luz y cordura,
que acunaban su lamento
ante la maldad de Hades.
Eres símbolo en las tumbas
de los grandes faraones,
de radiante juventud;
tu ligereza y frescura
para sus antecesores
les donaba plenitud.
Ramos, divina hermosura,
eternizando la luz.
Estás en todos los tiempos
y lugares de esta tierra,
testigo de vida y muerte;
tu pasión y sentimiento
cerca, en la paz y en la guerra,
en el destino y la suerte,
como humilde pensamiento
llegas, te entregas y vuelas...!!
Durante la Primera Guerra Mundial, en Europa, crecieron muchas amapolas en sus campos de batalla, por lo que esta flor fue adoptada como recuerdo de los caídos en la guerra.
Imagen de mi amiga Chelo Mendoza.
Corral de Almaguer 29-mayo-2025
M. Jesús Muñoz