Noviembre abre su baile de sombras
entre candilejas y silencios.
Ojos expectantes y serenos
nos miran, hojeando la vida
en el libro inefable del tiempo.
Nos invitan a descubrir su voz,
a pisar el suelo mirando al cielo.
A voltear las alas del espíritu
y liberar campanas de esperanza
tocando la fe, repicando vuelo.
Noviembre se desviste, se desnuda.
Nos regala claridad en su entraña
y un latido entrañable, acompasado,
que desvela los pasos del destino
y el misterioso camino del alma.
Que se forja a la par con la materia
alternando la montaña y el río,
el abismo, la piedra y la corriente.
Descifrando en la flecha y la señal
el mapa, la palabra y el sentido.
Noviembre es primavera y es otoño
abrazando hemisferios y universos.
Sincronizando la tierra y el cielo
en un instante eterno e infinito,
que une flores-hojas-sentimientos.
Naturaleza caduca y espíritu
por encima del tiempo y el olvido,
sintiéndose, viviéndose y siendo.
Superando distancias y prejuicios
con la palabra, el silencio y el grito.
Noviembre vive muriendo en un sueño,
donde todos soñamos despertar.
Nos hiere, nos moja, nos sacude,
nos empuja y nos deja caer.
Abrimos los ojos de par en par...
Ahora qué vemos, qué descubrimos,
despertamos o seguimos soñando
estar en el abismo o en la cima...?
Noviembre nos siente, nos quiere vivos,
mientras nos acompaña caminando
y al morir sueña alumbrarnos
la vida...!!
Imagen de Google.
Madrid 14-noviembre-2019
M. Jesús Muñoz
a pisar el suelo mirando al cielo.
A voltear las alas del espíritu
y liberar campanas de esperanza
tocando la fe, repicando vuelo.
Noviembre se desviste, se desnuda.
Nos regala claridad en su entraña
y un latido entrañable, acompasado,
que desvela los pasos del destino
y el misterioso camino del alma.
Que se forja a la par con la materia
alternando la montaña y el río,
el abismo, la piedra y la corriente.
Descifrando en la flecha y la señal
el mapa, la palabra y el sentido.
Noviembre es primavera y es otoño
abrazando hemisferios y universos.
Sincronizando la tierra y el cielo
en un instante eterno e infinito,
que une flores-hojas-sentimientos.
Naturaleza caduca y espíritu
por encima del tiempo y el olvido,
sintiéndose, viviéndose y siendo.
Superando distancias y prejuicios
con la palabra, el silencio y el grito.
Noviembre vive muriendo en un sueño,
donde todos soñamos despertar.
Nos hiere, nos moja, nos sacude,
nos empuja y nos deja caer.
Abrimos los ojos de par en par...
Ahora qué vemos, qué descubrimos,
despertamos o seguimos soñando
estar en el abismo o en la cima...?
Noviembre nos siente, nos quiere vivos,
mientras nos acompaña caminando
y al morir sueña alumbrarnos
la vida...!!
Imagen de Google.
Madrid 14-noviembre-2019
M. Jesús Muñoz