Tintinea la lluvia en el cristal del alma,
despierta y se abre el recuerdo
como un ramo de tímidas
nostalgias...
El agua limpia y lava la piel del tiempo,
se torna en instante de luz y danza,
que acuna eternidades
en la entraña...
Y se borra el dolor y el aullido del viento,
para ser caricia en la ventana
y esperanza, que escapa
en largo vuelo.
La lluvia juega y canta, libre, en la calle,
viste sonrisas blancas que resbalan,
matizando el paisaje
de la infancia.
Le calza zapatos rosas a la tarde,
que patina en espejos de plata
y escapa, corre y se esconde
en la noche clara.
Para ser niña, que sueña y duerme,
alumbrando la voz del alba
con soles, que inspiran
pasión y magia.
La lluvia se columpia en hilos de seda,
mientras teje telarañas de amor,
y relinchos de leyenda
en el corazón.
Escapa libre, galopando por las venas,
y entona una vieja canción,
que enciende beso a beso
el milagro y la flor.
La lluvia tintinea, lava, canta y juega,
quiere ser eternidad, pasión y magia,
que abre sus alas, vuela
y se posa en el cielo
de tu alma.
Mi gratitud por las imágenes al blog:
Madrid 25-agosto-2014
M.Jesús Muñoz