La tierra ama sin límites, sin tiempos, ni excusas...
El viento sobrevuela
y otea la llanura,
mide su infinitud,
su temple y su dolor
cuando presiente el brote,
la siega y la vendimia.
Hierve en su garganta
el grito y la premura,
y aletea en su vientre
un revuelo de amor
El sol enciende un cirio
en su alma tendida,
donde arde la entrega
que es leyenda y locura
y asciende en un suspiro
de rojiza pasión
su corazón de madre
rebosando de dicha,
catedral de belleza
e infinita ternura.
Que alumbra en primavera
el baile y la canción
de mil soles que visten
de arrebol la campiña
y estrenan la cadencia
de la lluvia fecunda,
matizando los ecos
de la voz y el color.
Su generosa entrega
es un lienzo de vida.
El azafrán se abre
en belleza y hondura
para ser una rosa
de alimento y sabor,
que hace honor a la tierra,
madre fiel y sufrida.
Regalando su esencia
de divina dulzura
al correr por el campo
en surcos de ilusión.
Mientras estalla un ramo
de amapola encendida,
como un beso que prende
el cielo en la natura,
donde no existe el tiempo
cuando se abre la flor.
Ni hay limite, ni excusa
en sus brazos de vida,
cuando la tierra ama
y es llanura de amor.
Imágenes de Castilla la Mancha (Google)
Madrid 25-febrero-2015
M.Jesús Muñoz