Se posa el sueño de las horas
en la infinitud del alma;
ondas, arreboles, espejismos
al atardecer, rasgando
los segundos, que inspiran
eternos caminos
de calma...
Bandada de voces-alas
marcan el tiempo milenario;
gorjeo de misterios, que laten,
se expanden en la mente y abren
palabras-luz en el corazón,
que atesora en su secreto
reloj-calendario.
Alma, mente y corazón fundidos
en la hora del crepúsculo;
acunando el instante,
acariciando el eco,
besando la memoria
y eternizando la plegaria
del sufrido y viejo mundo.
Poso el sueño de mis horas
en la caducidad del cuerpo;
gastas paso a paso tus segundos
en tu piel-años-curtida,
nace el alba y muere el día
en sus pupilas mar y cielo
para renacer de nuevo
en la infinitud del alma
divina.
Imagen de Google.
Madrid 25-abril-2022
M.Jesús Muñoz