Los dedos de la mañana tocan el
cristal de la pupila...Un acorde
de luz tintinea en el alma
y despierta la caricia...
...Que en sinfonía de verdes y rojos,
rasgan el violín del paisaje.
Su cadencia prende mis pasos
Su cadencia prende mis pasos
y enciende el canto de los árboles.
Un crepúsculo de caricias se abren
en mi cielo, que van pintando
de plata y oro los ecos vivos
del recuerdo...
Su belleza vivifica el presente.
Aletea una callada esperanza,
que surca la tarde y se posa
en el alero de la entraña...
Mientras, el parque borda emociones
en su lienzo y lo cuelga en las paredes
etéreas, donde ensaya eternidad
el sentimiento...
Ahí arde la caricia encendida,
que guarda el secreto, sabio y milenario,
del beso de la luz en inefables
manos del viento...
Y en el último adiós del sol, que cierra
la pupila, silencia el violín
y detiene el paso y el canto de la
vieja sinfonía...
Se abre la noche e inspira en mi alma
una entrañable e infinita caricia,
que moldea la rosa del alba
con el pétalo y la espina...
Imágenes de la Dehesa del Príncipe(Madrid)
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Madrid 27-mayo-2015
M.Jesús Muñoz