Camino en el espejo de las horas
equilibrando la idea y el paso;
ignoro los ojos del destino,
que acechan el regazo
de mis rosas
con las grises
pupilas
del ocaso.
Caen hojas, días de sombra
y noches de luz, que hieren
las voces del paisaje
y adormecen los ecos
milenarios;
ángeles custodios guardan
antiguas promesas
y miles de sueños
olvidados.
Ahí me paro intuyendo sus alas.
Reto al tic-tac efímero,
que se abraza
al sentimiento;
Se eterniza el color del alma,
revoloteando en los vértices
del tiempo...
y sabio, sonríe el instante
columpiándose en los violines
del viento.
Camino en el espejo de las horas,
e ignoro las pupilas del ocaso,
que acechan la inocencia
esperanzada del regazo
de mis rosas.
Imagen de Google.
Corral de Almaguer 18-noviembre-2024
M.Jesús Muñoz.
4 comentarios:
Queridos amigos, otoño nos hace reflexionar en el camino sobre el paso del tiempo y el sentimiento eterno, que mantiene el alma, en lucha con la caducidad y el mismo destino...de ahí el poema, que os regalo.
Espero que todos estéis bien.
Mi gratitud y mi abrazo entrañable por vuestras lecturas y comentarios.
Que seáis felices amigos.
M. Jesús Muñoz
Son esas horas que llegan, que vivimos, que pasan...
Un abrazo.
Bellísimo poema que a mí me recuerda el tic tac de la vida entera. Y es que la gente usualmente, vive en el tiempo diario, sin apercibirse de que cronos, con su reloj de arena, las pasa sin parar. Vivir con alegría es la mejor medicina. Abrazos desde el islote mediterráneo de Mallorca.
Me encantó tu poema tan profundo y melancólico el tiempo pasa lo deseemos o no. Te mando un beso.
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