A veces hay un pueblo nevado
con casitas sencillas y blancas,
que unen la montaña y el lago
en un sueño de fé y esperanza...
A veces hay caminos y retos,
prueban la voluntad y el amor,
que superan la duda y el miedo
sobre la nieve, el frío y el dolor...
A veces hay castillos del tiempo,
atalayas de historia y leyenda,
lejanas voces que trae el viento,
nieve de paz en montes de guerra...
A veces hay una infancia y un parque,
que esperan en la memoria helados,
están en el alma del paisaje
y en silencio nos piden abrazos...
A veces hay trote y hay coraje,
nieve que nos arrastra a su paso,
hiela y revoluciona la sangre,
caballos,que van hacia el ocaso...
A veces hay montaña-monasterio,
que habla, nos invita y nos llama
a habitar su paz y su silencio,
que renueve el sendero del alma...
A veces hay una casa escondida,
que espera en la nieve del olvido
los pasos y la mirada encendida,
que tracen su memoria y su camino...
A veces hay olivos que cantan
un viejo y lejano villancico,
pintando trazos de nieve y calma
en la cara rosada de un niño...
A veces hay palacios y lagos,
que sueñan cielos de luz eterna,
y se elevan en silencio y canto
y descienden portanto una estrella...
A veces no hay luces, ni huella,
perdidos entre la nieve y el frío,
olvidamos la senda y la vela,
que ya alumbra dentro de uno mismo...
...Y a veces cuando menos pensamos
se nos aparece una visión,
que es un milagro y es un regalo
¡¡ES UN BELEN EN EL CORAZÓN...!!
La humildad nos enseña a amar...
y amar es sentir y reconocer, que sin el otro no somos nada.
Imágenes de Google
Madrid 16-diciembre-2012
M.Jesús Muñoz