Entre la sombra y la luz me miras, quieta
y enigmática, portando el saber ancestral
en tu silencio, que es presagio
y esperanza.
y esperanza.
Me invitas a pararme y a otear al trasluz
el instante encendido, que detiene la vida,
nos examina en el amor
y prende el alma.
Llega el ocaso dibujando estrellas en el pecho,
que corren por las venas, dejando el reflejo
mágico de la Vía Láctea
en la entraña.
y prende el alma.
Llega el ocaso dibujando estrellas en el pecho,
que corren por las venas, dejando el reflejo
mágico de la Vía Láctea
en la entraña.
Entre la sombra y la luz golpea el látigo,
impulsa al trote, al galope y al vértigo,
que confunde el paso, la mirada
y la meta.
La vida nos ciega, nos silencia y amordaza
con la niebla y el polvo del camino, que cierra
el horizonte y limita el avance
y la huella.
Víctimas y esclavos de energías extrañas
vagamos por desiertos hirientes, trazando
ríos de sueños y libertad
sin tregua.
Entre la sombra y la luz ensaya el corazón
la armonía de las esferas y baja el cielo
a columpiarse entre el paisaje
y el tiempo.
Escapan notas, velos que vuelan abriendo
alas de sincronía, conectando energías
en largos puentes de paz
y sentimiento.
Mientras el ocaso enciende el instante
y detiene la vida, nos examina en el amor
y deja un halo eterno
en el viento...
Mi gratitud por las imágenes al blog:
Madrid 29-mayo-2014
M.Jesús Muñoz