Un violín abre el alba y despliega
un acorde de luces y sentires...
Canta el gallo nervioso en el corral,
tintinea el cristal de la ventana,
arde la leña en el hogar
y se abre la caja del recuerdo,
que dibuja el paisaje nevado,
mueve el agua del río,
levanta el castillo
y moldea la cueva pobre
y oscura.
y oscura.
A lo lejos una niña corre
para llegar a tiempo...
salta sobre olvidadas primaveras,
atraviesa laberínticos veranos,
se eleva sobre nostálgicos otoños
y cruza desiertos invernales.
El violín de la tarde prende la noche,
adormece al gallo en el corral,
cierra las hojas de la ventana,
atiza el fuego del hogar
y enciende la cueva del belén,
donde luce la inocencia,
la humildad
y el amor.
A lo lejos una niña corre
para llegar a tiempo...
Y llega cansada, dolorida
y ansiosa por vivir este presente,
donde los acordes de un violín
han pintado una estrella,
que ilumina el futuro
con halos de
eternidad.
eternidad.
Imagen de Google.
Madrid 20-diciembre-2017
M. Jesús Muñoz