enhebrarme en locura de luz,
descoser la lluvia y la tormenta
y dar largas
puntadas
de amor
que extiendan su calor por mis venas;
contando la historia de otras vidas,
inyectando emociones en flor,
sanando,
entre los siglos,
las heridas.
Sabia su luz, se enreda a mis dedos,
acuna
mis letras
y mis días.
Se columpia en repetido acorde,
que borra las dudas y los miedos
y olvido
la prisa
de la vida.
Se detiene el pájaro en mi alero,
gorjeando las piezas del puzle,
y descubro
la imagen
del misterio.
Su luz va borrando mi ignorancia
posando la magia de sus rayos
en el regazo
de mi sentimiento.
Se cierra la ventana del día
y abro la buhardilla del alma:
Me escapo
como halcón
peregrino
mas allá de torres y montañas,
en busca de los acantilados
donde guarda
su botín
el olvido.
Quiero tocar tu luz y vestirme
de tu fortaleza y de tu llama.
En soledad
elevar la memoria
desde la tierra
al merecido altar.
Abrir el crepúsculo infinito
y encontrar
la estela
del espíritu
con sus alas de sabiduría
y la calma
en este viejo andar...
Imagen de Google.
Madrid 28-junio-2021
M.Jesús Muñoz