Una jarra de luz derrama el cielo,
nos enciende la vena y la pupila.
Azul el universo
de tu mente,
estrellas en la punta de tus dedos
y un riachuelo surge de tu risa,
dibujando las sendas
de tu frente.
La vida se derrama en tu garganta
saltando entre cuerdas de voz y letra,
que alumbran la palabra
y su sentido.
Se entrega así al vacío en catarata
para tocar el cielo en el poema,
olvidándose del suelo
y del grito.
Se derrama el invierno y su ribera,
abriendo ya sus brotes y sus vuelos
al trote de sus vientos
y sus crines.
Eres primavera, sueño o quimera
intercambiando el orden de los tiempos,
disfrazando la nieve
de jazmines.
Imagen de Google.
Madrid 27-febrero-2020
M. Jesús Muñoz
nos enciende la vena y la pupila.
Azul el universo
de tu mente,
estrellas en la punta de tus dedos
y un riachuelo surge de tu risa,
dibujando las sendas
de tu frente.
La vida se derrama en tu garganta
saltando entre cuerdas de voz y letra,
que alumbran la palabra
y su sentido.
Se entrega así al vacío en catarata
para tocar el cielo en el poema,
olvidándose del suelo
y del grito.
Se derrama el invierno y su ribera,
abriendo ya sus brotes y sus vuelos
al trote de sus vientos
y sus crines.
Eres primavera, sueño o quimera
intercambiando el orden de los tiempos,
disfrazando la nieve
de jazmines.
Imagen de Google.
Madrid 27-febrero-2020
M. Jesús Muñoz