jueves, 24 de septiembre de 2020

HAY UN MISTERIO QUE LATE...


"Si perdemos el sentido del misterio, la vida no es más
que una vela apagada." (A. Einstein)

 
 Hay un rumor de soles 
en los pasillos del tiempo,
que dibujan sorpresas en tu mirada
otoñal, intuyendo en silencio
la llegada de la suerte.

Hay una voz y un recuerdo,
que rompen tu soledad,
te dejan su imagen cercana,
su sempiterna amistad
y la piel divina del sentimiento.

Hay una bandada de nubes
en la ventana de tu alma,
que cruzan, anuncian lluvia
de esperanza y fortaleza para nutrir
tu dignidad y tu calma.

Hay un suspiro que escapa, 
un sueño, una oración que tímida
en la noche asciende 
y baja al llegar el alba, es pájaro
que el latido enciende.

Hay una canción que brota
de la fuente del olvido,
te abraza con su inocencia,
te rocía de ilusión
y te impulsa en el camino.

Hay un poema que surge
cuando menos te lo esperas,
te habla en silencio y abre
la puerta de tu universo,
donde sueñan tus estrellas.

Hay una vela que enciendo
en el salón de mi casa
para que alumbre tus días,
te ilumine el corazón
y la sonrisa en tu cara.

Hay un misterio que late
en tus pasos y en tus huellas,
te sigue cuando respiras,
te siente cuando te callas
y cuando duermes te espera.



Imagen de Google.
Madrid 24-septiembre-2020
M.Jesús Muñoz

viernes, 18 de septiembre de 2020

UNIVERSO ENCENDIDO...


A veces estamos ciegos y sordos,
no vemos, no oímos, ni sentimos.
El universo baja al suelo,
se enamora de una flor
y se queda dormido 
en sus pétalos.

Sus pétalos en flor nos esperan
con su magia de luna,
su tacto bordado de seda
y su silencio pintando el alma
de susurros, que alientan 
bandada de estrellas.


Estrellas que laten en la pupila,
en la piel y en la palabra.
Florecen abriendo galaxias
en la infinitud de tu mente,
mientras sueña 
y calla.

Calla mirándose en la petunia
encendida y humilde,
que grita deteniendo el tiempo,
mostrando el milagro
de luz y 
sentimiento.

Sentimiento humano y divino,
moviendo los hilos de la historia,
sobrevolando las nubes del presente
y visualizando esperanzas
en el cristal 
del horizonte.

Horizonte, que es semilla y flor,
universo de petunias encendido,
tocando la pupila y el paso
con armonía entrañable e infinita,
despertando tu memoria 
y tu latido.



Imagen de Google.
Madrid 18-9-2020
M.Jesús Muñoz

jueves, 10 de septiembre de 2020

AHÍ ESTÁS PRESENTE Y VIVO.


Ahí está tu sonrisa de pámpana
 verde y fresca,
repiqueteando en tus viñas.
¿Cómo olvidarla?
¿Cómo no sentirla cercana y viva?

Ahí están tus manos de tierra manchega
generosa y entregada,
abrazando surcos y vides.
¿Cómo no palpar su tacto cálido,
acogedor y entrañable?

Ahí está tu voz de racimo dorado,
repleto de uvas, palabras dulces
madurando sentimientos.
¿Cómo no escucharla aún
viva, renovada en el tiempo?

Ahí están tus ojos de águila atenta y astuta,
oteando el salto y el grito,
el granizo, el rayo y la tormenta.
¿Cómo no recordar tu intuición,
y tu sabia experiencia?

Ahí está tu alma de quijote paciente y soñador
sembrando caminos y horizontes,
libre, planeando en la llanura.
¿Cómo no visualizarla en bandada,
aleteando en la altura?

Ahí está tu corazón de cielo infinito y azul
regalando soles de lluvia y tiempo,
incansable humano y divino.
¿Cómo no amar tu tierra y tus viñas,
que labraron tu vocación y tu espíritu?


Imagen de Google: viñedos de Castilla la Mancha.
Madrid 10-septiembre-2020
M.Jesús Muñoz.

martes, 1 de septiembre de 2020

EL PUENTE Y LA ERMITA...


Hay un puente de piedra milenario,
que guarda las huellas de la historia
con fidelidad,
paciencia,
dignidad y gloria.
Conduce a la ermita del acantilado,
mientras te salva del abismo,
de las mareas,
de la encrucijada 
y del miedo quieto y helado.

Amas la consistencia del puente,
su grandeza, vocación y destino,
que te da fortaleza,
seguridad 
y alegría en el camino.
Miras de frente la lejana ermita,
que es el norte, la estrella y el faro
en tus ojos de niño/ña,
en tu alma libre-infinita
y en tu mente de vuelo y pájaro.

Hay un puente de piedra y una ermita
que une tus pasos y tu sentimiento
en bella oración,
que en silencio
espera y grita.
Es tu propio cuerpo, que unido a tu alma
transita el tiempo finito de vida,
sintiendo el camino,
intuyendo el misterio
y amando el abrazo del puente
y la luz de la ermita.


Imagen de Google: ermita y puente de S.Juan de Gaztelugatxe.
(País Vasco)